El premio se entregó ex aequo al Mons. Marco Frisina y a la directora de orquesta y compositora Inma Shara.
En cuanto al primero, el galardón distingue su dilatada trayectoria dentro de la Iglesia Católica, su gran producción de cantos litúrgicos como compositor y el uso que viene haciendo de la música como un espléndido instrumento para evangelizar y transmitir la Palabra de Dios. En palabras del propio Mons. Frisina, "la música es un lenguaje universal y, por eso, es maravilloso compartir su belleza y riqueza espiritual".
En cuanto a Inma Shara, se reconoce no solo su exitosa trayectoria profesional, sino especialmente la labor social que desarrolla con humildad, firmeza y responsabilidad, a través de conciertos benéficos para ayudar a los más desfavorecidos y para que diferentes asociaciones y colectivos sociales tengan mayor visibilidad.