El 26 Congreso Católicos y Vida Pública, organizado anualmente por la Asociación Católica de Propagandistas y la Fundación Universitaria San Pablo CEU, y que se ha celebrado bajo el título: ‘Quo vadis? Pensar y actuar en tiempos de incertidumbre’, ha concluido con la intervención del escritor y filósofo Fabrice Hadjadj. “El título general de este Congreso implica una interpelación personal: ¿A dónde vas? No a dónde va el mundo, dado que con esta pregunta uno puede ser espectador y puede contentarse con un lamento; sino a dónde vas, una verdad que nos exige respuesta”, ha expresado.
El filósofo francés ha destacado cómo los organizadores del Congreso han elegido remitirnos implícitamente al momento en el que San Pedro salía por las puertas de la ciudad y se encontró con el Señor, que caminaba hacia Roma. “¿A dónde vas?”, le dijo Pedro. “Voy a Roma para ser crucificado”, respondió Jesús.
Bajo el título: ‘El reto de vivir en este tiempo’, Hadjadj ha impartido la conferencia de clausura, en la que ha asegurado que “un reto no es un desafío cualquiera, se refiere a un duelo; un reto es una cuestión, si no de honor, al menos, de vida o muerte”. En este sentido, el escritor ha explicado la importancia de “tener el alma sanada, aceptar tener el cuerpo magullado en el martirio”. “Lo primero que experimentamos es la emoción menos confesable: el miedo. No tanto el miedo de morir, como el miedo de vivir a la altura del desafío, de mantener nuestra reputación de estar vivo”, ha apuntado.
En su discurso, Hadjadj ha alertado de las tendencias posmodernas, en “un momento en el que Europa desespera de lo humano y que tiende hoy a constitucionalizar el aborto y la eutanasia; a revisar la historia colonial que mete en el mismo saco al conquistador y al misionero; reivindicaciones posmodernas que muchos se imaginan ligadas a la afirmación de la libertad individual y, en realidad emanan, de la muerte del deseo, corresponden a la agitación de la desesperación”.
Para combatir esta fórmula moderna, Hadjadj ha apelado a la esperanza, que “se impone al pesimismo, al sentido de una misera tan horrible de la que nada, salvo la misericordia divina, nos puede sacar”. “La esperanza posee el sentido de una bondad tan divina que sigue siendo el fondo de ser: Dios da al hombre la oportunidad de abrir un camino vertical, un camino de esperanza”, ha manifestado.
El presidente de la Asociación Católica de Propagandistas y de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, Alfonso Bullón de Mendoza, ha sido el encargado de clausurar esta 26 edición. En palabras de este último: “El Congreso ha ganado mucho en ambiente, con 2.500 congresistas de diferentes países y una gran afluencia de público joven”. Asimismo, ha destacado, especialmente, el ambiente de la Hora Santa. Y ha terminado su intervención con el final del manifiesto de este Congreso: “Creemos que la transformación de un catolicismo social, por lo general silencioso e irrelevante, en una minoría creativa -tal y como nos interpelaban tanto Benedicto XVI como Francisco-, constituye un reto irrenunciable de la Asociación Católica de Propagandistas y de este Congreso”.
Esta última jornada del Congreso ha contado, además, con una misa oficiada por el consiliario nacional de la Asociación Católica de Propagandistas y arzobispo emérito de Burgos, Mons. Fidel Herráez.
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