Es un hecho que, durante la etapa pre universitaria, los docentes nos encontramos con una preocupante frecuencia en las aulas, en las que existe quórum sobre lo difícil que resulta mantener la atención de nuestros alumnos. No hablamos sólo de aulas donde predomina la clase magistral. La transmisión de cualquier tipo de instrucción permite comprobar que no sólo la vida académica de nuestros jóvenes y futuros jóvenes está impregnada de esta atención disipada. La imposibilidad de trabajar adecuadamente es el comentario general, como también lo es que el proceso de aprendizaje del alumnado se ve afectado negativamente por estas dificultades.
Nuestro centro no queda fuera de esta tónica y existe una intuición compartida de que se podía poner solución al problema de la atención y que esto además repercutiría positivamente en la gestión emocional de nuestro alumnado. Los profesores que practican de forma regular la meditación, el yoga, la relajación… tenían experiencias positivas cuando incorporaban a sus actividades de aula algunas de ellas. Una invitación desde la dirección general de la Fundación para que diseñáramos e implementáramos un proyecto a nivel de centro fue el detonante que hizo realidad lo que hoy traemos aquí.
El diseño y desarrollo del presente trabajo nos ha permitido, además, experimentar como claustro de Centro, Infantil, Primaria, educación especial, Secundaria y Bachillerato, la riqueza del “Trabajo por Proyectos” en todo el proceso que hemos vivido en carne propia.
Nuestra pregunta guía, “¿Era posible proporcionar a nuestros alumnos herramientas que les capaciten para su autorregulación emocional, la focalización de su atención, la mejora en su capacidad de madurar como personas y como miembros de un grupo?” ¿La respuesta? Introducir técnicas de “Atención Plena” o mindfulness en nuestras aulas. Cerca de 50 docentes trabajando en el diseño y puesta en marcha del proyecto, más de 300 alumnos, desde Infantil a Secundaria que se vieron inmersos en un sinfín de actividades que acogieron con entusiasmo e implicación. Un hervidero de reuniones, formación, charlas-debate, coordinación y tiempo en todo el centro, desde infantil hasta secundaria, como hacía años no recordábamos. ¡Toda una experiencia!
El proyecto se inició en enero de 2016. En las aulas se trabajó durante dos meses y terminó en julio, con la presentación de los resultados.
La metodología utilizada ha sido diseñado por Eugenio Sánchez Morcillo, psicopedagogo y experto en mindfulness, que se ofreció a colaborar con el equipo de trabajo, diseñando para cada curso que participaba, actividades para cada sesión. Según la etapa, entre cuatro y seis actividades semanales relacionadas con la atención, la identificación de emociones, la práctica de la respiración profunda…
El proyecto dota de herramientas al alumnado para mejorar su autoconocimiento a través de la consciencia de sus emociones, mejora la atención con lo que mejora su aprendizaje y favorece el control de su impulsividad. Para su implementación utilizamos habitualmente la PDI como elemento tecnológico.
De acuerdo con los resultados observados durante la implementación del proyecto, el mindfulness, entendido como elemento que condiciona una mejora en la atención selectiva, permite un mejor proceso del aprendizaje en el aula, por lo que constituye una herramienta de enorme potencial en el mundo educativo.