Universidad y empleabilidad, una apuesta por el futuro

CEU, un modelo de universidad y empleabilidad

Diversos estudios demuestran que las personas que estudian su grado universitario en un centro privado llegan a encontrar empleo con más facilidad, en menos tiempo y con mejores condiciones. En un sistema educativo como el español, cada vez más saturado e indiferenciado, los centros privados refuerzan la relación entre universidad y empleabilidad para presentarlo como garante diferencial: ¿explica esto por qué cada vez más estudiantes los eligen para cursar sus grados universitarios?

Soplan vientos contradictorios en torno al mercado laboral en España y las perspectivas que ofrece a los jóvenes de nuestro país. Si bien es cierto que la tasa de desempleo general dibuja desde hace varios años, y con ciertos matices, una tendencia a la baja, nuestra cifra de paro juvenil nos sitúa a la cabeza de los países UE27. Un contexto que, sin embargo, se dibuja algo más esperanzador cuando se cruza con otras variables, como el nivel formativo de esos jóvenes que acceden por primera vez al mundo profesional. Así, la tasa de desempleo de los titulados universitarios españoles es hasta 10,8 puntos inferior que la de los profesionales de baja cualificación.

Efectivamente, a la luz del último estudio desarrollado por Randstad Research y la Fundación Universitaria San Pablo CEU, la cualificación académica y la elección de estudios son dos de los elementos clave que determinan la inserción laboral de los universitarios en España. Una realidad a la que no son ajenos los jóvenes preuniversitarios, quienes continúan apostando por la formación superior y analizando, cada vez con mayor profundidad, qué centro les ofrece el recorrido más completo para su desarrollo profesional.

El tejido empresarial demanda profesionales con una formación sólida, digitalmente competentes y capaces de operar en un mundo global

En este escenario parece que las universidades privadas, tradicionalmente más alineadas con el mercado y con una oferta académica diferenciada, se mantienen en una posición favorable. Así lo confirman, por ejemplo, los datos que arroja el Sistema Integrado de Información Universitaria (SIIU), donde se muestra un notable incremento en el número de estudiantes de nuevo ingreso en los centros privados (de 54 733 en 2015/16 a 86 878 en 2022/23, lo que representa un incremento de más del 58%), frente al estancamiento de las universidades públicas (291 102 en 2015/16 a 273 150 en 2022/23, lo que representa un descenso del 6,2%).

Parece evidente, por tanto, que los jóvenes españoles son cada vez más conscientes del horizonte profesional al que se quieren dirigir, conocen los factores que les van a hacer más empleables y eligen con mejor juicio las instituciones donde la relación entre universidad y empleabilidad es más estrecha.

Tecnología, Ciencias o Humanidades: ¿tienen las mismas salidas profesionales?

Sería un error, eso sí, pensar que existe una relación simple y directa entre el nivel de estudios y el abanico de empleabilidad que éste abre a nuestros jóvenes. Si bien es cierto que, a mayor formación, más y mejores posibilidades de acceder un empleo, también conviene matizar que es la propia realidad del mercado la que determina qué perfiles son (o serán) más demandados por las empresas.

 

En este sentido, aunque ya en el mencionado estudio sobre jóvenes universitarios y empleabilidad se refleja que la posesión de una titulación superior puede aumentar hasta 15 puntos porcentuales la empleabilidad, también es cierto que no todos los grados universitarios responden de igual forma. En el bando más favorable, los estudios relacionados con las energías renovables, los negocios digitales o la IA; y en el bando luchador, la rama de las humanidades. Aquí reside el complejo equilibrio entre universidad y empleabilidad.

Las universidades deben ser conscientes de esta realidad y responder ante sus estudiantes, presentes o futuros, con valentía y compromiso. Por un lado, ampliando su catálogo de títulos en las áreas científica y tecnológica con nuevos grados especializados y, por otro, rejuveneciendo sus grados humanistas con complementos formativos de alto valor. Los primeros, por responder frontalmente a los nuevos roles que el mercado solicita y, los segundos, por su impacto social y demanda latente.

La reputación y el perfil investigador de una universidad posicionan positivamente a sus egresados de Humanidades y Ciencias Sociales

Es en el caso específico de las universidades privadas, especialmente en aquellas de ideario, donde esta relación entre las ciencias y las letras encuentra su acomodo más natural: por su flexibilidad y autonomía a la hora de adaptarse a un entorno profesional en constante evolución, y también por su irrenunciable vocación de servicio a la sociedad.

¿Cómo potenciar el binomio universidad y empleabilidad?

Resultaría demasiado sencillo concluir en este punto que las empresas sólo demandan profesionales de perfil técnico o científico. La cuestión es más profunda y compleja: las universidades tienen ante sí el reto de formar en sus aulas a profesionales independientes, con capacidades analítica y crítica, versados en el ejercicio práctico de su profesión y con ciertas competencias ya desarrolladas desde el momento de su graduación.

Así lo explican los miembros del Consejo Asesor de Empleabilidad de la Fundación Universitaria San Pablo CEU: los jóvenes universitarios con mejores perspectivas de empleo serán aquellos que dominen su profesión, sean hábiles socialmente y se incorporen al mundo corporativo con un probado entrenamiento práctico. Todos ellos, aspectos que pueden y deben cultivarse, hoy en día, desde la propia universidad.

Conocimiento y talento, dos conceptos clave

Es por ello necesario visibilizar, de cara al futuro estudiante, el valor diferencial que se le presenta desde su llegada a la universidad, ya que son precisamente estos elementos los que determinarán la decisión del candidato y la satisfacción última de su familia. Sin duda, el futuro universitario valorará el enfoque teórico-práctico de sus clases, la inclusión de proyectos reales en el aula, la presencia de competiciones profesionales a lo largo de su carrera, etc.

 

Más y mejores prácticas, complementos al título, experiencia profesional integrada, programas duales, estancias en el extranjero… Es en estos términos en los que los conceptos de universidad y empleabilidad deben unirse para asegurar que lo que el alumno recibe es lo que las empresas están buscando. Porque hoy en día, ni el estudiante busca únicamente un título, ni las empresas una simple cualificación.

Los graduados de las universidades privadas presentan, a los cuatro años de haber finalizado sus estudios, una tasa de empleabilidad 3,3 puntos más alta que la de los de las universidades públicas, según un informe de la Fundación CYD

Universidad y empleabilidad: el modelo CEU

Son ya varios los años en los que el Grupo CEU, consciente de la evolución del escenario profesional, ha situado la empleabilidad de sus egresados como una de sus líneas principales de desarrollo estratégico. A la internacionalización del currículo académico y el fomento del emprendimiento universitario en todos sus centros y títulos, se suman las iniciativas promovidas desde CEU Emplea, foro de acercamiento entre universidad y empleabilidad: análisis de tendencias, acuerdos de cooperación, asesoría y acciones formativas para trasladar el talento CEU al mercado laboral. Para reducir la distancia entre la clase y la oficina; y también para impregnar de realidad el día a día de los estudiantes.

Un currículum profesionalizado desde el momento de la graduación, un alto nivel de especialización y análisis, dominio de al menos dos idiomas, y un buen expediente con el sello de una universidad académicamente solvente: ¿será esta, y no otra, la fórmula mágica para multiplicar la empleabilidad de nuestros jóvenes egresados?


Puedes consultar el informe “Jóvenes universitarios y empleabilidad: cualificación, profesiones en auge y transición laboral”, desarrollado por Randstad Research y la Fundación Universitaria San Pablo CEU, en este enlace.

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